En el marco de los 75 años del IPN, de los 50 años de la ESFM y del Cinvestav, de carambola con la Academia mexicana de ciencias, el buen doctor Phillips aterrizo en el auditorio Ingeniero Alejo Peralta para explicar el trabajo que le hizo compartir el nobel de física en 1997.
En la semana venía pensando en que rápido se termina la felicidad que provoca la supuesta libertad de volver a la escuela unos años después de egresar, pero situaciones como esta, en que casi todos los astros se alinearon para que pudiera ver la conferencia sin problemas ni culpas fue muy bueno.
Me hubiera gustado llevar a mis alumnos de escolarizado, para que vean que no, no es sólo en Derecho donde se enseñan cosas útiles para la vida, pero no estaba destinado a suceder.
La conferencia se nota que el buen doctor ya la podría dar dormido, un detalle que no tenían contemplado algunos de los asistentes (sobre todo el sujeto que estaba junto a mi) es que no habría traducción simultanea, fue horrible tener que sufrir cuando le explicaban de que iba, y hasta el doctor se sorprendió de que la gente se reía en numerosas ocasiones cuando reducia el volumen de globos, pero ¿qué decir? ya hemos platicado de que el públicomexicano es más fácil que la tabla del 0.
Llegué como a las 11 y parecía que por allá sólo se pararían unas groupies :P que mataban el tiempo jugando con vectores que representaban superficies (ya saben que ese es uno de mis puntos débiles) , así que me confié y me fui a buscar el desayuno, cuando regrese el lugar estaba lleno hasta el tope, pero ha valido mucho la pena, hasta "soplarme" a mis vecinos y su traducción simultanea, pero eso si, ya estoy convencido, sólo se puede enseñar física como lo hace Walter Levin del MIT, y para ello necesito que dejen de ver esa materia como el patito feo, y está canijo cuando tengo que batallar con gente que osa decirme que mis chavos no tienen el nivel, claro que lo tienen, lo que no tienen muchas veces es la disposición, y eso no es culpa de ellos.