El nuevo método, con el cual se espera producir crías de salmón rojo, "es una de las mejores cosas que han pasado en mucho tiempo, dándole algo nuevo a la biología de la conservación", dijo el profesor de zoología Joseph Cloud, de la Universidad de Idaho, quien encabeza la versión estadounidense del proyecto.
Investigadores de la Universidad de Tokio calificaron su método como de "crianza sucedánea". Ellos inyectaron a salmones estériles recién nacidos con células productoras de esperma de la trucha arcoiris y al crecer el salmón pudo producir truchas.
Su exito, dado a conocer en la edición del viernes de la revista Science, ha capturado la atención de los especialistas en conservación animal, quienes han señalado que son necesarias nuevas tecnologías. El criar peces en peligro en cautiverio es difícil y los intentos por conservar huevos de peces mediante congelación han fracasado.
"Ellos demostraron de manera clara que... produjeron el pez que buscaban", dijo John Waldman, biólogo pesquero del Colegio Queens, de Nueva York.
"Trabajos futuros deben de considerar ampliar este enfoque a otros peces que necesitan ser conservados, en especial los esturiones y peces cuchara. Tenemos muchas especies de pez alrededor del mundo que se encuentran en peligro de extinción", agregó.
La meta final de los investigadores japoneses es incrementar el número cada vez menor de atunes de aleta azul, muy apreciada en su país.
"Debemos de rescatarlos de alguna forma", dijo Goro Yoshizaki, científico marino de la Universidad de Tokio, quien encabeza el proyecto japonés.
El equipo de Yoshizaki empezó con "salmónidos", familia que incluye al salmón y la trucha, y varias de cuyas especies se encuentran en peligro.