Me encuentro de nuevo en la oficina.
Hay un tema que en su momento no quise tocar porque me parecía muy sensacionalista y morboso.
Yo tengo 27 años, nunca busque una identidad afiliandome a alguna "tribu urbana" como los skatos, darketos, punketos, cholos y demás, nunca lo necesite, pero a mis años y desde que era muy joven me di cuenta de que es bastante común y normal que los adolescentes en su perpetua búsqueda de aceptación lo hagan, no lo veo mal, no veo mal si eres poser o eres autentico, si hoy eres punk, hace un año eras fresa y mañana vas a ser emo, no lo veo mal porque cada quien sabe que hacer de su vida y todos merecemos experimentar, acertar y equivocarnos cuantas veces sea necesario.
Cierto es que me ha parecido exagerado que si gustas de algún genero musical tengas que afiliarte a algún club, yo tenía entendido que todo grupo o manifestación cultural en algún momento iba a generar una música que lo identificara, pero no al revés, pero así pasa y ¿qué se le va a hacer?
Cierto es que en esos años es cuando más oportunidades puedes dejar pasar, pero estar haciendo lo que todos piensan que debes hacr no me parece tampoco la mejor opción.
A mi me da igual ver chavitos de cualquiera de éstas tribus, lo que me horroriza es el egoísmo, la ignorancia y las pésimas costumbres que a veces ya tienen niños de 8 años, en los que la culpa no es de ellos, es de su ambiente, una persona a los 13, 14 o 15 años aún es un niño aunque haya tenido que desempeñar otro tipo de papeles, lo que siempre me ha parecido que hay que evitar es que pierdas el chance de hacer lo que quieres porque de joven te estabas buscando.
Y como es evidente hace ya más de 10 años que mis tratos han sido más con adultos igual de estresados que yo o que ya eran gente medio intolerante (¿será que es inevitable?) y he visto chavos que esconden sus piercings y/o tatuajes porque en sus trabajos no les parece muy profesional, igual que he visto otros que han tenido mejor suerte y no tienen que ocultar lo que les gusta o gustaba, en mi caso, desde antes de cumplir 20 estuve dando clases y me tocaba ver desde niños en tercero de secundaria a aspirantes a ingresar a la universidad o personas que querían mediante uno de los acuerdos del Ceneval obtener su certificado de preparatoria después de los 25, y de repente tenía alumnos orgullosos de su filiación y otros un poco más destructivos que tenía que estar vigilando para que no me hicieran garabatos ilegibles en cuanta superficie tenían a su alcance, pero a mi todo me parecía normal.
Como lo he mencionado en twitter en los últimos días, no puedo creer la rápida ascensión en los tiempos que la opinión pública le dedicaba a los "emos", hace unos meses las burlas las entendíamos unos cuantos, había cientos que no sabían ni que era un emo, ironice que el encargado de marketing era un genio pues con una inversión ridícula ahora acaparan espacios, están teniendo su momento en que parecen secuestrar el inconsciente colectivo y hacerle olvidar la inflación, la crisis económica mundial, que México es un nido de ratas y demás, el Lunes en todos los periódicos que vi durante el vuelo a Monterrey había por lo menos un articulo dedicado a estos chicos, desde los que seguían hablando del triste hecho de Querétaro hasta los que estaban intentando arrojar una luz a como es la vida de estos chicos y sus familias.
Triste es el país en que la mayoría es tan idiota que los jóvenes, eternos incomprendidos se ponen a reprimir a otros jóvenes con quienes tienen tanto en común, escudándose en una identidad grupal en la que la mayoría ni siquiera va a estar en unos meses o años, me parece atroz que ésta nación donde se encontraron tantas culturas y razas y que a muchas personas en el extranjero les llama la atención por plural este tan llena de mierda en la cabeza.
Una cosa es hacer bromas, dar la cara cuando se hacen y otra muy distinta es agredir a unos niños (
aun si los agresores son otros niños) porque no te gusta como se ven, como se visten y/o porque no comulgas con su intento de ideología, eso es una señal de que ésta sociedad aún está muy lejos de tocar fondo, cada día puede caer más y más bajo, el tejido social cada día más descompuesto.
A mi me caen mal los que escuchan, bailan, aplauden, producen y cantan reggaeton, me parece una de las manifestaciones más abiertas de ignorancia y misoginia que existen y no por ello ando golpeando o saboteando cuando escuchan esa "música", respeto la diversidad y me retiro, les reconozco el derecho que tenemos todos de existir, la única agresión que podría contemplar es cuando es en defensa propia.
Parece ser que para vivir a gusto aquí hay que sucumbir, dejarse asimilar por "el sistema" y ser uno del montón.