el viernes no dormí para "aprovechar" ese tiempo en el hotel, pero no se me hizo, sólo pude dormir un acumulado de unas tres horas.
En el avión a Los Angeles iba el equipo mexicano de Taekwondo y la guapisima Iridia Salazar, así que ya no hice tanto coraje, pero si perdimos un ratote en esperar las maletas y casí se nos va el avión a Narita, el vuelo de Narita fue tranquilo, muy amables las aeromozas (¿ ya dije que me encantan sus uniformes?) vi por fin Happy Feet y hasta dormi como media hora (si hacemos cuentas que me levante el viernes como a las nueve hora del centro de México, que para mi eran las siete porque traía el horario de Tijuana pues....ya llevó muchas horas despierto), a la hora de cambiar el Japan Railway Pass fue que se vinieron los problemas, se me perdieron mis compañeros, pero ya por fín llegarón al hotel, así que no hay daños que lamentar, en el camino de Narita a Tokyo me dio un sueño enorme, pero no podía quedarme dormido porque ni siquiera sabía a donde tenia que llegar (tanta visita en la republica y había dejado para después checar el itinerario, estaba confiado en mis compañeros, pero ellos andaban perdidos) y me di cuenta de que estoy viendo con muy buenos ojos a las niponas, la vez anterior venía con mi compañera ¿será por eso que no las veía con la atención debida? , que mal que mi japones no va más allas de dar instrucciones para el taxi y pedir alguna bebida.
ahora voy a salir a cenar, a ver que tal resulta este númerito del lenguaje de señas.
Ya estoy más relajado, en cuanto llegué a Japón me calmé y hasta me dio gusto volver y ver los celulares gigantescos multidecorados por sus dueñas, las marabuntas del metro, en fin, creo que me esta gustando esta nación cada día más.
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