Ah, la movilidad laboral, la temida, apreciada, bien amada y nunca bien ponderada movilidad laboral.
Hace algunas decadas la costumbre era tener un trabajo en el que se empezaba desde abajo, se iba subiendo en la misma empresa hasta que llegaba el momento del retiro yse vivia de las inversionas, las rentas y/o la pensión, de hecho en otras sociedades la lealtad a la empresa hasta hace no mucho aún era moneda corriente.
Cuando las empresas comenzaron a despedir a lo sueldos bajos con cualquier pretexto e incluso la antiguedad era uno de ellos, porque según
"sabian demasiado y era peligrosos"
, la actitud y las expectativas de duración de la relación con la empresa se modificaron grandemente.
Hoy es moneda corriente que la duración
media en un puesto sea de poco más de un año, hasta que uno agarra un
Hueso grande y ese suelta hasta que hay otro más grande ó hasta que uno se dedica a seguir su vocación, sus sueños aún inconclusos o se saca la lotería.
Pero bueno, yo he tenido de todo un poco, a mis 26 años, ya tuve un empleo seis años, otro un mes, otros un cuatrimestre y el actual del que no se cuanto durara. Así que no soy quien para hablar a favor o en contra de alguna de las dos posturas.
Pero estoy tocando el tema porque el Viernes fue el último día de la señorita Roman en la empresa, se fue mi amiga Vero que fungia como mi big sister y a quien yo le confiaba (
y hasta me encajaba) gran parte de mis responsabilidades.
Se fue por una oportunidad mucho mejor, decepcionada de
"la otra mentalidad" que esperaba encontrar y muy estresada por la guardería de adultos que era el lugar. Así que suerte Veronica (
a.k.a. Verito, Güerita, "comosss tassss"), no te olvides de los cuates y mucho éxito.
Esta rola del
nariz de alcanzaquesos (
como tú le llamabas) es para ti