Google por fin le está sacando jugo a su compra de Motorola Mobility (que tardo en concretarse por todas las autorizaciones y vistos buenos) que en su momento llego a incluso a creerse era sólo por las patentes.
Anuncio hoy su rumorado Moto X, el teléfono personalizable hecho en los Estados unidos y que intenta ser, en adición a su programa Nexus, su interpretación de un smartphone de gama alta (dicen las malas lenguas que ese mercado ya está en una meseta, y que no habrá crecimiento, que mejor hubieran apostado por las gamas medias y bajas, esas en las que Android es rey absoluto) y compite con su freenemie Samsung (otra de las especulaciones respecto a la compra era para poder hacerle frente a la marca coreana, que es la única que ha hecho dinero de verdad con Android).
la manufactura vuelve a USA, aunque mucha sea 3D printing.
Al día de hoy, ya los teléfonos se venden por gimmicks, o por ideas tontas inculcadas en los usuarios, y un segmento muy pequeño por las specs (a los que Samsung quiere atraer inflando sus marcadores en benchmarks)
El gimmick de este es que siempre está escuchándote, ¿es que no entienden que google ya sabe demasiado de uno?, aunque se supone que es opt-in, y ya sabemos que la interpretación de Android le patea el trasero a Siri, la verdad yo no le hablo mucho a mis aparatos (a Siri le pido los cinco minutos más) y a la tablet, muy rara vez, pero, siempre es más satisfactorio en Android.
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