Monday, February 13, 2012

La escandalosa "muerte" del libro

If books ever do die, there will still be cartoons about booksSe me podría acusar de ser ambiguo en mi postura respecto a los e-books, por un lado no vivo sin mi Kindle, y por el otro, cada que voy a un Barnes & Noble casi les aplaudo por seguir ahí, dando la batalla, a pesar de que el centro de todas sus tiendas ya es un monumento al Nook.

Hay un par de entradas de pasado reciente que me recordó esta caricatura del genial Doug Savage


Y pues creo que mi generación, la que vivió el cambio de un mundo analógico a uno digital entre la pubertad y nuestra llegada a los 30 es la que está más en la coyuntura, es más difícil que una persona mayor se lance a por todas con los libros electrónicos (aunque el iPad es endemoniadamente fácil de usar) y para los más jóvenes, eso que siempre han tenido una computadora en casa, para lo que la Internet era un hecho en la primaria, pues para ellos es hasta aberrante cuando las pantallas no son táctiles, y estamos nosotros, los que en nuestros andares por la secundaria eramos ya amantes de estas publicaciones y sus olores, y el placer de encontrar tesoros en las mesas de libros de segunda (y tercera o novena mano) que por un lado después de haber librado esa batalla en poco tiempo de máquina de escribir de carrete, a eléctrica, a impresión inalámbrica, ahora nos encontramos en una encrucijada por la congruencia, las ventajas del libro electrónico son muchas, en especial cuando no nos sobra el espacio o andamos de viaje, y nos obligamos a recordar eso de "la versión árbol muerto" para que no nos de por comprar libros que no encontramos en nuestro lugar de residencia, la física no falla, un kindle pesa (casi) lo mismo con uno o 6,000 libros (ahora si pudieran las señoritas aeromozas entender que la e-ink no va a matar a nadie) en él, y con un par de libros como "The Black Banners: The Inside Story of 9/11 and the War Against al-Qaeda " y "The greatest show on earth" , nuestro portafolios ya no cierran fácilmente y nuestras mochilas se sienten más incomodas, pero, pero, los vicios los adquieres de joven, y esos pedazos de papel son más que eso, ya sufrimos cuando nos imaginamos Fahrenheit 451 y ahora intentan que dejemos de verlos como amigos y compañeros de viaje.

Coincido con la gente del NYtimes Book Review, y mientras los libros físicos innoven y nos ofrezcan cosas imposible de replicar en electrónico (tipografías bonitas, portadas que comunican al tacto, y mientras el kindle no arroje olor a libro) aún tienen piernas, pero por favor, que sea papel reciclado, tinta de soya, impresiones nobles con los ojos y al mismo tiempo económicas y nobles con el ambiente.

Apple podría lanzarse por las aulas de todo Estados Unidos, a lo mejor con iPads un poco más baratas, pero que llevarían su iBooks 2 y sus esfuerzos editoriales a generaciones enteras, y obviamente veríamos como se va regando por el mundo (México ama a Apple...¿por qué?), ya que Jobs se ha ido, falta ver que tan dispuesto está Cook a hacerlo.

Si, queremos todo, pero , dennos chance, el mundo que nos dejan esta muy cañón y somos una generación que no espera vivir mejor que sus padres.

2 comments:

  1. Pues siempre preferiré los libros de papel. Por economía y comodidad de desplazamiento he leído casi todo últimamente en computadora, pero no hay nada mas rico que tirarte en la cama o en una hamaca con un libro de verdad :)

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  2. el Kindle ya está muy cerca de replicar esa experiencia, la larga vida de batería, la claridad de la pantalla, como lo dije, yo me debato

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