¿qué hay gente?
Eso del diseño de experimentos que es meramente estadística me “trae a mal traer”, por ello en los últimos días su contraparte, ese eterno compañero que es la estadística ha crecido en la añoranza.
Recuerdo que cuando estaba en el bachillerato, los maestros (ahora que estoy de este lado lo entiendo todo) se desvivían por hacer que nos interesáramos en la probabilidad, la teoría de juegos era lo que más conectaba con los grandes públicos, pues ¿en qué otra materia te podías poner a jugar con naipes y argumentar que lo hacías todo por el conocimiento?
He de decir que yo no soy un gran apostador, dicen que sólo los valientes se hacen de las grandes ganancias, yo jugaba de un modo muy conservador, y sólo si no había algo que perder comenzaba a blufear y a abusar del trash talk, y hay una razón, los juegos de azar y los juegos de habilidad para mí en ese entonces debían estar claramente separados, es ahora, en este estadio de la vida que en verdad aprecio que los juegos de azar involucren también algo de habilidad, y es por ello que siempre que leí mi difunta revista favorita que se editaba en Barcelona y me hablaban de “La (lotería) primitiva” me picaba la curiosidad, calcular las posibilidades de triunfo cuando las reglas/modo de juego son muy sencillas es un buen ejercicio introductorio a los temas de probabilidad, se asemeja al “me palpita” de otros países hispanoparlantes, y tiene una historia interesante, en su versión actual apenas regreso en 1985 por un real decreto que venció más de un siglo de suspensión.
Es sencillo, han de elegirse 6 números sin repetirse de un total de 49 (naturales, claro) con el fin de acertar la combinación ganadora, y otro número que se conoce como complementario y se extrae de otra urna.
Si quieres probar y jugar desde la comodidad de tu casa como es el Sorteo Primitiva puedes visitar 49winners
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He de decir que yo no soy un gran apostador, dicen que sólo los valientes se hacen de las grandes ganancias, yo jugaba de un modo muy conservador, y sólo si no había algo que perder comenzaba a blufear y a abusar del trash talk, y hay una razón, los juegos de azar y los juegos de habilidad para mí en ese entonces debían estar claramente separados, es ahora, en este estadio de la vida que en verdad aprecio que los juegos de azar involucren también algo de habilidad, y es por ello que siempre que leí mi difunta revista favorita que se editaba en Barcelona y me hablaban de “La (lotería) primitiva” me picaba la curiosidad, calcular las posibilidades de triunfo cuando las reglas/modo de juego son muy sencillas es un buen ejercicio introductorio a los temas de probabilidad, se asemeja al “me palpita” de otros países hispanoparlantes, y tiene una historia interesante, en su versión actual apenas regreso en 1985 por un real decreto que venció más de un siglo de suspensión.
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Cuando esto es una conversación, todos ganamos