Visto en Flickr
La costumbre de hacer los bentos bonitos para que los niños se los coman con gusto alcanza niveles increíbles.
Tan es así que ya va por el camino del ikebana, en que más que para decorar (y presumir) que para otra cosa.
Éste Wall-e, con todo y su adorable inseguridad está muy lograda, vean la página en flickr para una descripción de lo que lo conforma.
Yo la verdad no podría comérmelo.
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