Nota escrita durante el vuelo Tijuana-México.
Pues se acabó, éste viaje a Tijuana no fue lo que yo esperaba, el segundo día del trade-show estuvo terriblemente desangelado, ni una mosca se fue a parar por el stand, lo que pasa es que es más como un congreso, los asistentes son los mismos del día anterior, además de que el involucramiento de una marca de cerveza con sus edecarnes y sus bebidas en el centro del lugar la verdad le restan seriedad a la reunión.
Desde que salí de la ciudad de México decidí que no iba a visitar California en está ocasión, ya habrá otras oportunidades para ello, no se cuantas veces visité Tijuana, por lo menos tres veces en 2006, muchas más en 2007 y un par en 2008, la ciudad más visitada de éstos dos años trabajando con la NSK y creo que la ciudad de la que más me queje, aunque la comida y el hotel donde me quede en todos los viajes anteriores no son malos.
La diferencia de horario con Baja California parecía invitar a mis compañeros, superiores y gente con la que trabajo a llamarme MUY temprano y eran días más bien largos.
El regreso a veces lo tenía por las tardes y cuando llegaba a la ciudad de México ya era sábado, coincidió que las dos ocasiones en que viaje a Japón tenía unas cuantas horas de haber regresado de Tijuana y de hecho fue en Ensenada donde recibí la noticia del segundo.
Regreso a la oficina para trabajar un par de días (el sábado también) y el Lunes ya nos veremos en el nuevo sitio.
Sigo nostálgico, pero ya no triste, áhora qué venga lo qué sigue.
¿Cuántos aeropuertos conocí?
Pues después de muchos años regrese al de ciudad de México, ahora con su terminal 2
Visité tres países, Brasil, Japón y Estados Unidos, los primeros dos no los conocía y me encantaron, el último no tanto, prefería entrar por la eterna fila en TJ.
No sé con cuantas personas me entreviste, platiqué, visité, capacité y vi en éste par de años.
También conocí una incómoda sensación de desajuste que me imagino es común en gente que viaja con frecuencia, por ejemplo: sales un viernes de tu trabajo, sigues tu rutina de fin de semana, el lunes tomás un avión muy de mañana, llegas a tu destino, pasan por ti al aeropuerto de la ciudad que visitas o tomás un taxi al hotel y empiezas a trabajar, recorres muchos kilómetros en auto, das cursos, comes en restaurantes o en el hotel (porque la comida del avión es pésima) y el viernes por la tarde tomas un avión de regreso a casa y vuelves en taxi a casa, recordando que estás viviendo en una ciudad leeeeentaaaaa, al día siguiente o al lunes siguiente cuando quieres retomar tu rutina te percatas de que la fuerza del hábito no está contigo y que el ritmo de la semana pasada aún no te abandona, te toma unas horas hacer el reacomodo y eso sin mencionar que a veces la diferencia de horarios se hace presente.
Pues se acabó, éste viaje a Tijuana no fue lo que yo esperaba, el segundo día del trade-show estuvo terriblemente desangelado, ni una mosca se fue a parar por el stand, lo que pasa es que es más como un congreso, los asistentes son los mismos del día anterior, además de que el involucramiento de una marca de cerveza con sus edecarnes y sus bebidas en el centro del lugar la verdad le restan seriedad a la reunión.
Desde que salí de la ciudad de México decidí que no iba a visitar California en está ocasión, ya habrá otras oportunidades para ello, no se cuantas veces visité Tijuana, por lo menos tres veces en 2006, muchas más en 2007 y un par en 2008, la ciudad más visitada de éstos dos años trabajando con la NSK y creo que la ciudad de la que más me queje, aunque la comida y el hotel donde me quede en todos los viajes anteriores no son malos.
La diferencia de horario con Baja California parecía invitar a mis compañeros, superiores y gente con la que trabajo a llamarme MUY temprano y eran días más bien largos.
El regreso a veces lo tenía por las tardes y cuando llegaba a la ciudad de México ya era sábado, coincidió que las dos ocasiones en que viaje a Japón tenía unas cuantas horas de haber regresado de Tijuana y de hecho fue en Ensenada donde recibí la noticia del segundo.
Regreso a la oficina para trabajar un par de días (el sábado también) y el Lunes ya nos veremos en el nuevo sitio.
Sigo nostálgico, pero ya no triste, áhora qué venga lo qué sigue.
¿Cuántos aeropuertos conocí?
Pues después de muchos años regrese al de ciudad de México, ahora con su terminal 2
- El de Panama
- El de Saõ Paõlo
- El de Mexicali (que ya jubiló a la perrita)
- El de Tijuana
- El de Monterrey
- El de ciudad Juarez
- El de Vancouver
- El de Narita
- El de Los Angeles
- El de Houston
- El de Indianapolis
- El de San Luis Potosí
- El de Torreon
- El de Veracruz
- El de Durango
Visité tres países, Brasil, Japón y Estados Unidos, los primeros dos no los conocía y me encantaron, el último no tanto, prefería entrar por la eterna fila en TJ.
No sé con cuantas personas me entreviste, platiqué, visité, capacité y vi en éste par de años.
También conocí una incómoda sensación de desajuste que me imagino es común en gente que viaja con frecuencia, por ejemplo: sales un viernes de tu trabajo, sigues tu rutina de fin de semana, el lunes tomás un avión muy de mañana, llegas a tu destino, pasan por ti al aeropuerto de la ciudad que visitas o tomás un taxi al hotel y empiezas a trabajar, recorres muchos kilómetros en auto, das cursos, comes en restaurantes o en el hotel (porque la comida del avión es pésima) y el viernes por la tarde tomas un avión de regreso a casa y vuelves en taxi a casa, recordando que estás viviendo en una ciudad leeeeentaaaaa, al día siguiente o al lunes siguiente cuando quieres retomar tu rutina te percatas de que la fuerza del hábito no está contigo y que el ritmo de la semana pasada aún no te abandona, te toma unas horas hacer el reacomodo y eso sin mencionar que a veces la diferencia de horarios se hace presente.
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