La semana que termina ya no fue tan extraña como la anterior
El Martes en la noche fui a ver
Coraline, como lo
comentaba en su momento.
El Miercoles estaba dando mi última clase de cálculo a éste raro grupo de preparación para el examen de U.N.A.M. con el que estaba desde septiembre (si no es que antes)
Desde que regrese a dar clases no tenía un grupo de alumnas tanto tiempo, yo creo que ya ni recuerdan lo que vimos en las primeras semanas.
En verdad, HSBC es un banco que me hace pasar muchos corajes, cada que tengo que hacer algo en ese sistema horrible,, en sus deprimentes instalaciones, que han perdido su única gracia que era cerrar a las 19:00, me pone de malas, el Miercoles (
día que jugo la selección y afortunadamente no vi)a las 6:00 de la tarde había un sólo cajero (foto tomada desde fuera)
El sábado ya iniciamos un curso de preparación par IPN y fue una de esas ocasiones en que el resultado parece hasta planeado.
El sábado estuvo horrible la circulación, hay animales que se estacionan y no entienden como afectan el transito.
De esas cosas que se ven en Chilangolandia, el fin de semana pasada había un hoyo a media calle y éste fin ya le habían convertido en maceta.
El sábado en el Blockbuster, aprovechando la promoción, a ésta sucursal (la de Arboledas) le falló la puerta.
Había que pasar por el sensor y regresar y fue hasta medio hora después y con el policía empujando la puerta hacia aentro, que a alguien se le ocurrió controlar la salida del local.
Ya era
imposible seguirlo postergando y también lo
hice en la noche el fin de semana.
No había trabajado
con un disco de éste tamaño y pagué las consecuencias.
Seguí el juego de las estrellas por Internet en TNT, el Shaq se robo el show y c
ompartió la gloria con el Kobe (una vez más)
En la mañana, con éstas amenazas de paros al transporte, la contingencia ambiental y el frío que rápido se vuelve calor, había muchos cuellos de botella.