A ver
Speed Racer, Meteoro, Mahha go, go, go go o como le quieran llamar, la nueva película de los Wachowsky, el nuevo vehículo dirigido a explotar nostalgias, pero éste no es para saquear los bolsillos de los jóvenes de los ochenta, no, Speed Racer va dirigido a diferentes generaciones, a los que tienen casi 50 en Japón, a los que van para los 40 en los EUA y los que van saliendo de los 30 en América Latina, pero además más cercano a los que pasa con King Kong y Superman Returns, el director (en éste caso la dupla) de verdad que quiere contar una historia que a ellos les gustaría les hubieran dado de niños, no se están guardando nada y se nota su preocupación por que no parezca solo una película de carreritas que parecería más apropiada para la versión cinematográfica de un híbrido de Burnout, Need for speed, F-Zero y otros, no, le han querido dar una justificación a esas secuencias de acción que muy en su estilo no se mezclan con las también largas secuencias de diálogos.
Los Wachowsky tienen dominado la separación acción-dialogo-acción-dialogo, cuentan la historia y después ofrecen secuencias audiovisuales que exprimen hasta el último recurso las herramientas que Lucasfilm desarrollo para darnos la trilogía de precuelas de Star Wars.
A lo mejor pecan de ingenuos y dan demasiada historia, mucha como para aburrir a un menor, pero ellos no están haciendo una película para niños, al menos no para niños de hoy en día, si para el niño interno que los fans de la serie van a encontrar.
Y otra cosas, no acatan esa regla no escrita para las películas norteamericanas que parece obligarlas a ser breves, de 90 minutos por lo general.
Pues bien, como ocurre con cada cinta, hay que intentar tratar de ver lo que el cineasta o los cineastas querían comunicarnos y juzgarlos por lo bien o mal que lo transmitan, no se puede comparar películas por la historia, como cretinos que quieren medir todo contra Citizen Kane o Casablanca (que es polémica)
Speed Racer, Meteoro, Mahha go, go, go go o como le quieran llamar, la nueva película de los Wachowsky, el nuevo vehículo dirigido a explotar nostalgias, pero éste no es para saquear los bolsillos de los jóvenes de los ochenta, no, Speed Racer va dirigido a diferentes generaciones, a los que tienen casi 50 en Japón, a los que van para los 40 en los EUA y los que van saliendo de los 30 en América Latina, pero además más cercano a los que pasa con King Kong y Superman Returns, el director (en éste caso la dupla) de verdad que quiere contar una historia que a ellos les gustaría les hubieran dado de niños, no se están guardando nada y se nota su preocupación por que no parezca solo una película de carreritas que parecería más apropiada para la versión cinematográfica de un híbrido de Burnout, Need for speed, F-Zero y otros, no, le han querido dar una justificación a esas secuencias de acción que muy en su estilo no se mezclan con las también largas secuencias de diálogos.
Los Wachowsky tienen dominado la separación acción-dialogo-acción-dialogo, cuentan la historia y después ofrecen secuencias audiovisuales que exprimen hasta el último recurso las herramientas que Lucasfilm desarrollo para darnos la trilogía de precuelas de Star Wars.
A lo mejor pecan de ingenuos y dan demasiada historia, mucha como para aburrir a un menor, pero ellos no están haciendo una película para niños, al menos no para niños de hoy en día, si para el niño interno que los fans de la serie van a encontrar.
Y otra cosas, no acatan esa regla no escrita para las películas norteamericanas que parece obligarlas a ser breves, de 90 minutos por lo general.
Pues bien, como ocurre con cada cinta, hay que intentar tratar de ver lo que el cineasta o los cineastas querían comunicarnos y juzgarlos por lo bien o mal que lo transmitan, no se puede comparar películas por la historia, como cretinos que quieren medir todo contra Citizen Kane o Casablanca (que es polémica)