El viernes después de una nueva derrota inaugural para el equipo de fut7 de la empresa pase a ver a mis antiguos compañeros de trabajo en el Conamat Satélite y después de eso pase al cine, a ver una película mexicana que no tuvo la enorme campaña publicitaria de otras como "Bajo la misma Luna", pareciera que la decisión de darle una corrida comercial en las carteleras se tomo hace no mucho, porque tampoco estuvo tanto tiempo en trailers.
En "Quemar las naves", la opera prima de Francisco Franco (que nombre) hay muchas cosas diferentes a la típica película mexicana que es casi cine noir, para empezar la mayor parte del tiempo la acción transcurre en el día, el escenario se desplaza de la típica ciudad de México, ahora la acción ocurre en una casona que está por caerse.
En el centro de la cinta está una pareja de hermanos adolescentes, el hermano menor, Sebastián es un chico preparatoriano con aptitudes artísticas y que está inmerso en una época de despertar sexual, descubriendo una tendencia homosexual que el director maneja sin caer en excesos, lo lleva muy bien y tampoco lo convierte en el tema central de la cinta. La hermana mayor Helena está casi toda la cinta dentro de la casa, interpretada por Irene Azuela, que se llevo el ariel en la más reciente entrega por su interpretación de ésta mujer que primero es una hija que está encargada del cuidado de su madre moribunda que en fue una artista popular en el pasado, también se siente responsable de cuidar de su hermano menor, aunque como buena familia disfuncional mientras mas lo intenta más lo aliena.
La casa, la mujer que asistía a la familia y la madre eran los nexos que tenían éstos chicos para seguir juntos, cuando la madre muere y la asistente se va, solo la casa que es demasiado para ellos dos que no tienen ingresos y deberán tomar la decisión de seguir juntos o romper con el pasado y seguir con su camino.
Es una cinta muy diferente a las que nos inundaron hace unos años cuando parecía que la etiqueta del "nuevo cine mexicano" nos iba a llenar de filmes ambientados en la ciudad de México y en las zonas de menores ingresos.
En "Quemar las naves", la opera prima de Francisco Franco (que nombre) hay muchas cosas diferentes a la típica película mexicana que es casi cine noir, para empezar la mayor parte del tiempo la acción transcurre en el día, el escenario se desplaza de la típica ciudad de México, ahora la acción ocurre en una casona que está por caerse.
En el centro de la cinta está una pareja de hermanos adolescentes, el hermano menor, Sebastián es un chico preparatoriano con aptitudes artísticas y que está inmerso en una época de despertar sexual, descubriendo una tendencia homosexual que el director maneja sin caer en excesos, lo lleva muy bien y tampoco lo convierte en el tema central de la cinta. La hermana mayor Helena está casi toda la cinta dentro de la casa, interpretada por Irene Azuela, que se llevo el ariel en la más reciente entrega por su interpretación de ésta mujer que primero es una hija que está encargada del cuidado de su madre moribunda que en fue una artista popular en el pasado, también se siente responsable de cuidar de su hermano menor, aunque como buena familia disfuncional mientras mas lo intenta más lo aliena.
La casa, la mujer que asistía a la familia y la madre eran los nexos que tenían éstos chicos para seguir juntos, cuando la madre muere y la asistente se va, solo la casa que es demasiado para ellos dos que no tienen ingresos y deberán tomar la decisión de seguir juntos o romper con el pasado y seguir con su camino.
Es una cinta muy diferente a las que nos inundaron hace unos años cuando parecía que la etiqueta del "nuevo cine mexicano" nos iba a llenar de filmes ambientados en la ciudad de México y en las zonas de menores ingresos.
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