Las razones son varias, aunque la cinta tiene grandes momentos y una gran sorpresa que aun sus grandes detractores no podrán negar, es victima de sus propias malas decisiones, algunas cuestiones que hubieran sido muy afortunadas si tan solo se hubieran dejado insinuadas la hacen un producto mas mundano, ordinario y hasta un poco vulgar.
La belleza se hace presente y la historia, a pesar de tener grandes errores es rescatable, pero es a su vez la peor enemiga del filme.
Si bien la taquilla le ha respondido y es y el octavo filme de Will Smith que rebasa los 100 millones de dolares, no es una buena entrada al genero de super héroes.