La a veces sana competencia, a veces guerra de insultos entre Corea del Sur y Japón tiene pocas instancias en la que los coreanos sean tan superiores a los nipones como en las sesiones fotograficas, mientras que los nipones se debaten a veces con una obsesión con los pechos, poses medio incomodas de ver, demasiados bikinis y en ocasiones modelos muy jovenes, en Korea las chicas que también tragan años aparecen en ambientes más pulidos y se nota la inversión en toda la cadena.
Un ejemplo ésta sesión, que si hubiera sido hecha en japón se hubiera trasladado a Bali, usado un bikin o muchos flashazos de pantsu (otra obsesión nipona)