Los primeros días cuando jugaba Arkham City no me gustaba, se me hacía que había demasiado ruido, teléfonos por acá, "prisioneros políticos" por allá, acertijos y la historia en la que tantos villanos sólo obtienen un ligero vistazo, pero cuando has pasado ya algunas horas te das cuenta de que eres adicto, es un mejor juego de lo que creía en su momento, y es que tú no eres Batman, eres testigo de cuan capaz es Batman, tú sólo tiene que evitar estropear sus planes, y en serio que cuando logras derribar a cada persona en una habitación en un sólo combo free flow no quieres dejar de hacerlo.
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