Odio mi lugar de trabajo, cierto el trabajo no es lo que yo creía, pero también tiene sus detallitos, lo que odio es que hasta para el estacionamiento te cobran y como todos son unos animales ya los policías la hacen de acomodadores, pero se les olvida que ni todos los carros tienen las mismas dimensiones, ni los conductores.
Odio a la tia de sistemas que se erige en una policía de la Internet y se rodea de su grupillo de jotines y anda de queda bien.
Odio la intransigencia con el horario.
Odio el comedor que siempre tiene una comida muy mala y cada dia trata de ahorrarse mas.
Odio el equipo con el que tengo que trabajar, yo creo que es karma, a mi, que me encantan las computadoras siempre me toca cada chingadera de segunda o tercera mano, que para acabarla de joder, hay que limpiar y depurar, aunque aquí ya no le reparo su computadora a nadie pues ya tienen a alguien para eso.
Odio en general ver y vivir aquello que expuse una vez en "Calidad total " de las teorias X e Y, en las que el empleado es visto como un haragan, que necesita ser arreado y del que hay que desconfiar.
En esta pinche empresa no saben tratar a la gente, son amarrados, guarros, llenos de vacas sagradas (algunas muy conflictivas) en las jefaturas de departamento, demasiado burocratizados, muy disparejos, se nota enseguida a la gente que consideran desechable y a los privilegiados.
Pero hoy, con todo y que hay que batallar con el estacionamiento, con la comida que hasta hace batallar a mi estomago de basurero, que no tengo Internet, que batallo con un monitor de dar pena, con la constante batalla para que después de 14 días me compren un par de cepillos (peor que burócratas), con los departamentos de ingeniería, calidad y ventas que no se pueden poner de acuerdo, hoy estoy de buenas.
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