[Escrito durante el último día de este viaje a Tijuana]
OK, ya he dicho todo lo que se puede decir desde mi posición de viajero frecuente pero breve de Tijuana.
Aunque no he hablado de la comida que es muy variada y bastante cara comparada con la ciudad de México, pero la mayoría es bastante buena.
Cierto es que el mayor atractivo de Tijuana sigue siendo San Diego y sus precios más que razonables, en especial hoy que fue Black Friday (excepto para los atarantados que dejamos la visa en la ciudad de México) pero conforme pasas más tiempo en una ciudad comienzas a apreciar lo difícil que es descalificarla totalmente y de tajo, yo ya perdí la cuenta de todas las noches que he pasado en Tijuana y en el Hotel Lucerna sin excepción, he de comentarles que ese hotel es más que bueno, el año pasado en Diciembre cuando vine a lo de mi visa me dieron un señor cuarto y el Internet llega hasta el último rincón con fuerza suficiente para una navegación moderada, pero volviendo al tema de Tijuana, es una ciudad muy compleja y bastante accidentada, toda esta gente que llego con la esperanza de cruzar la frontera y por una de muchas razones se quedo de este lado del muro y hace su vida en esta ciudad de español pocho y monedas que se mezclan casi sin distinción, es cierto que la geografía no fue muy buena con ellos y esto es cerro, tras cerro, sobre cerro enfrente de cerro, pero el clima no les ha tratado del mismo modo, es bastante agradable y aunque aquí hay gente de todos lados de México no es tan fácil enterarse de gente que chilla por su tierra.
Esa es otra cosa en la que he estado pensando, la verdad es que yo pienso que las fronteras no deberían ser necesarias, cierto es que lo son para el modelo de vida de hoy en día y que cuando se quitan a medias como es el libre comercio son la ruina del resto, pero ¿Será este el modelo de vida idóneo? ¿Por qué no tirarlas de tajo como en cierta medida lo hicieron entre ellos los europeos lo que ha reportado enormes ventajas para los comunitarios que pueden trabajar y vivir en cualquier lugar de la unión? Siento que en un futuro a mediano plazo dejaremos de usar nuestros lenguajes y encontraremos una manera más universal de comunicarnos, pero mientras eso sucede yo he seguido sosteniendo que los hispano parlantes deberíamos aprovechar que la historia y la geografía nos pusieron uno al lado del otro, pero sé que es difícil ¿qué bronca se traen ecuatorianos y colombianos? ¿chilenos y peruanos? ¿argentinos con el resto? ¿Mexicanos con guatemaltecos, salvadoreños? Digamos que el sueño bolivariano está cada día más lejos, el recelo, la ignorancia y los complejos no dejan que ninguna nación de el primer paso y la mía no lo hará, simplemente su clase política tiene la cabeza puesta en el norte y el estar en Tijuana me hizo recordar o reconocer algo que tengo en mis narices ¿cómo espero que varias naciones que geográficamente están muy lejos se lleven bien si dentro de una nación como México tenemos tantas facciones, por un lado el enemigo común el Chilango del que ya ni en la definición se ponen de acuerdo y no me salgan con la RAE que no podría estar más desconectada de nuestro entorno, luego están todos los otros peyorativos como Pipope, Oaxaca o Oaxaquita, huerquillo, chilango Light y los estereotipos contra los chiapanecos, Guerrerenses, en general la gente del sur de quien se dice que es huevona, los de Monterrey que se dice que son codos y así sucesivamente y que además después de estar en Brasil me di cuenta que pasa lo mismo en los países “suficientemente” grandes, así que no la unión de los estados americanos no va a ocurrir de la noche a la mañana y el primer paso es dejar de discriminar a las personas por el accidente del estado en que nacieron o vivieron unos años y que se nos quite ese síndrome del jamaicon local que cuando tiene tres días de asueto en lugar de aprovechar y conocer ya no nada más por encimita su nueva ubicación corre a su tierra y a los bracitos de mami.
Así que si, este viaje a Tijuana ha tenido mucho de introspección, de hecho se nota que el martes estaba de chillon en mi twitter (en japonés y en francés para que no se difundiera tanto) y la conclusión a la que llegué fue que ya no participare en esta dinámica y dejare de atacar a la gente por el accidente geográfico en el que habitan o llegaron al mundo, desde hoy no atacare más a esta ciudad y no responderé a las provocaciones cuando me digan Chilango o Oaxaco
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