Wednesday, June 7, 2006

Ya basta de dar razones para no votar por el otro


Todo un año desperdiciado (más si tomamos en cuenta cuando os genios panistas hicieron martir a AMLO)

Windows Vista Beta 2

Ya esta a nuestro alcance la nueva beta del futuro Sistema Operativo de Microsoft.

Si tienes el Hardware adecuado la puedes bajar o pedirla.

Expirara el 1 de Junio del 2007 (si, tienes un año para experimentar con el hardware para obtener una experiencia satisfactoria de uso )

Hay dos versiones, la de 32 bits y la de 64 bits para los que llevan un rato esperando poder sacarl e provecho a sus procesadores con esta tecnología aparte del infame demo de win xp 64 bit edition.

Obviamente no hay soporte y lo que se espera es que tu sistema truene y se caiga y etc (parece que no pasa mucho pues es muy estable) y que mandes un reporte a cada error (no como los de XP que mejor los desactivas)

Un consejo, no la pongas en tu sistema principal porque puede que falten muchos drivers, sobretodo la combinación de un SO que aún no se lanza con procesadores de 64 bits a los que todavía no se soporta ampliamente podrían dejarte "más sólo que la una"


Tuesday, June 6, 2006

Pinche Obrador Haciendo caravanas con sombrero ajeno.

Ahora si que no mamen.
De verdad ya quiero dejar las elecciones en paz, pero no puedo.

Estoy enfermo y no fui a trabajar, en la mañana en lo que me cambiaba se me ocurrió prender la tele y me chute un anuncio del peje.

El señor se adjudica como si fueran gracias a él muchas cifras que están ahí no gracias a él, sino a que la ciudad que el gobernó es la capital del país.

Primer lugar en inversión extranjera.
Primer lugar en inversión privada


Y se autofelicita por el dispendio en su obra faraónica del segundo piso (por cierto parece que atentaron contra la mujer de Ahumada su ex cuate)

Primer lugar en obra Publica



Que no mame el señor Obrador y que deje de apelar (a los que ganan menos de 9000 pesos) que somos la mayoría

666 de la revelación mejor conocida como apocalipsis

–Apocalípsis 13, 11-18

Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente. Ejerce todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta (…) Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados cuantos no adoraran la imagen de la Bestia. Hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia, o con la cifra de su nombre, ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.
Que bien me caen a veces los catolicos, son divertidisímos, al menos muchoi más creativos que los correligionarios de Tomas Cruz.

Monday, June 5, 2006

Un año del blog


Pero este post no es festivo chavos.

Voten por quien voten, tenemos que estar bien atentos, que no haya fraude y que los perdedores tampoco acarreen a sus seguidores a una insurrección injustificada.


No permitamos que nos roben, gane quien gane que sea el que la mayoría haya elegido

Estemos atentos y no permitamos un fraude.

Sunday, June 4, 2006

El e-mail ya es un asunto pasado

Surgido en 1971, revisado con el SMTP en 1981 y usado y abusado por un montón de spammers y de gente que reenvia cuanta mamada les llega a sus casillas, es alarmante la cantidad de pishing y estafas en la que caen muchos incautos, no hablemos del robo de identidad y de exnovi@s celos@s que se aprovechan de las vulnerabilidades de nuestro bien amado e-mail.

Mi primera cuenta en latinmail yo la tuve hasta el ´99 (no hace tanto tiempo y parece que hubiera sido en otra vida) , en aquel entonces se hablaba de métodos para robo de contraseñas del gigante hotmail y aun no existía el bien amado gmail (me acuerdo como eran cotizadas las invitaciones).

El e-mail tiene muchisímas vulnerabilidades que hacen que uno desee dejarlo, sólo que hay un pero, aún no ha surgido un sustituto, más o menos cuando el disco de 3 1/2 despareció pero no tenia (y aún no tiene) un sucesor claro (decian "floppy is dead, long live the.....?") .

El futuro IPv6 hace tener esperanzas en que vamos a tener más seguridad, y a buena hora porque hoy en día el e-mail es fundamental para muchísimas empresas (aunque ya estan adoptando los blogs con sus múltiples ventajas como la persistencia y el hecho de que estos llegan a quienes quieren leerlos) y urge tener una herramienta más confiable, un gran diseñador de videojuegos a su gente le tenía prohibido resolver problemas, siempre que topaban con pared era hora de derrumbar los cimientos y empezar de nuevo ,desde cero.

Por eso ahora no conviene perder el tiempo reparando las muchas debilidades del "correo electrónico" y empezar a trabajar en su reemplazo.

De Libertad Digital (Por Enrique Dans)

Me ha resultado impresionantemente clarificador ver a un conocido abogado de una entidad de gestión de derechos de autor desgañitándose delante de un micrófono con el argumento de que "los niños ya no compran discos"... Realmente es una frase que, de sólo pensarla, hace que se dé uno perfecta cuenta del origen de todos los males de la industria discográfica. Y es que, agárrense: ¡resulta que no se han enterado de que ya no estamos en el siglo XX!

Decir que los niños ya no compran discos es lo mismo que decir que los niños son inteligentes. Que no son tontos. Es curioso, pero cuando alguien puede obtener un producto a través de un medio más cómodo, más barato y más sencillo que otro, tiende a optar por ese método en detrimento de otros. Es algo llamado inteligencia. Este efecto, además, tiende a acentuarse cuando el nuevo método aporta una ventaja sustancial, y se puede desarrollar de manera perfectamente legal y sin ofender la moral ni las buenas costumbres. Y este es, precisamente, el caso que nos ocupa. Pero en deferencia a la cara de sorpresa del mencionado abogado, procederé a explicárselo, y no se preocupe, lo haré despacito.

Mire usted: hay una cosa que se llama progreso. Gracias al progreso, no seguimos arriesgando nuestra vida para cazar animales, comernos su carne y vestirnos con sus pieles. El progreso hace que podamos sentarnos delante de un ordenador, hacer unos cuantos clics con un ratón y que, al cabo de unas horas, aparezca por la puerta un señor muy simpático con la carne y las prendas que necesitamos, sin que hayamos tenido que medir nuestras fuerzas con ningún peligroso animal. El progreso hace que en lugar de pasarnos nuestra vida entera en un solo lugar del que nos alejamos, como máximo, unos cuantos kilómetros a la redonda, seamos capaces de cruzar el mundo de un lado al otro en un tiempo muy corto. O que podamos enterarnos de sucesos ocurridos en lugares lejanos de manera casi inmediata, sin que ninguna persona haya tenido que venir corriendo desde el lugar de los hechos para contarnos lo sucedido. Es probable que alguien que pretende que los tiempos no han cambiado y que odia que lo hagan no llegue en realidad a entender algo así, y piense que todos esos adelantos son, como dirían en mi tierra, cousa de meigas. Pero no. No es así. Esos adelantos son reales, están basados en invenciones desarrolladas por el hombre hace ya tiempo, y están a nuestra disposición. Y además, los usamos constantemente.

Verán, hace mucho, mucho tiempo, se inventó una cosa denominada "disco". Era una curiosa e ingeniosa manera de conseguir que un sonido quedase almacenado, y pudiese ser reproducido siempre que uno quisiera, aunque quien lo hubiese originado ya no estuviese en ese mismo lugar. En realidad, este gran avance que independizaba al sonido de su productor y permitía almacenarlo o llevarlo de un lado a otro se había conseguido no gracias al disco, sino al cilindro de cera, pero esto no viene ahora al caso. En aras de la brevedad le diré que el progreso hizo que de esos cilindros se pasase a discos de diversos materiales y, a finales del siglo pasado, a los denominados discos compactos o CDs. Los CDs, en realidad, no estaban mal. Para la industria, representaban un coste de fabricación bajísimo que podían vender sin embargo a un precio más alto que sus precursores, los discos de vinilo. Y para los clientes, suponían un soporte más bien delicado y poco duradero, y el engorro de tener que adquirir un número de canciones determinado agrupadas de una determinada manera, en lugar de únicamente la canción o canciones que deseasen. Pero qué le íbamos a hacer... ese era el estado del arte, lo que daba de sí la tecnología a finales del siglo pasado.

¿Qué ocurrió? Simplemente, que el progreso raras veces se detiene, aunque obviamente a algunos les gustaría que lo hiciese. El progreso hizo que los mencionados CDs dejasen de ser útiles, porque aparecieron otras maneras más ventajosas de obtener, trasladar y disfrutar la música. Hoy en día, y aunque a estas personas les suene posiblemente a ciencia-ficción, uno puede, sin necesidad de CD alguno, obtener la canción que desee de un ordenador conectado a Internet. La que desee, no únicamente las que unas compañías tengan a bien poner a la venta. En un tiempo muy breve, sin infringir para nada la ley, y de manera muy eficiente y económica. Además, puede escucharla en ese mismo ordenador o en cualquier otro punto de su casa, o pasarla a un dispositivo monísimo y comodísimo llamado reproductor MP3 para llevárselo a donde le dé la gana, para poder disfrutar de la música allá donde vaya.

El CD es, simplemente, un artefacto del pasado, que empiezan a utilizar tan sólo personas nostálgicas o trasnochadas. Por supuesto, si un niño quiere llevar música a algún sitio, la grabará en su reproductor MP3 y se la llevará puesta. Grabará las canciones que quiera, no las que alguien le quiera imponer, en el orden que quiera, y las escuchará dónde y cuándo le dé la gana, las veces que le dé la gana. Para los niños, un disco no es más que un artefacto del pasado, una pieza de museo, algo que sus padres aún guardan –aunque utilizan cada vez menos– en unas estanterías donde periódicamente se llenan de un tozudo polvo que hay que limpiar. ¿Llevar un CD al colegio? ¿Para qué? ¿Para ambientar una función de época, como quien llevaría un polisón o un miriñaque? Hubo una época en la que llevar un CD era sinónimo de cool, de moda. Hoy ya sólo es sinónimo de fósil. Un artefacto del pasado. Entra dentro de lo perfectamente lógico que el autor de la frase antes entrecomillada lleve CDs bajo el brazo. Pero pretender que los lleven los niños, es simplemente absurdo. Desengáñese. No va a ocurrir.

No, señor, los niños ya no compran discos. Tampoco compran demasiados recortables, trompos, caballitos de madera, u otras cosas que el progreso superó hace tiempo. Ese es su problema, querido amigo. Se llama progreso. Y le ha pasado por encima.

Enrique Dans es profesor del Instituto de Empresa

Los niños no compran discos

Esta semana dedico mi columna de Libertad Digital, "Los niños y los discos", a la gran revelación que he tenido al ver a determinado personaje declarando cómo la sociedad debería estar muy preocupada porque "los niños no compran discos"...

Y es que, en pleno siglo XXI, y cuando hace ya varios años que el CD como soporte perdió completamente su vigencia, resulta que hay todavía una serie de personajes que pretenden seguir viviendo de la venta de un objeto inútil, pasado de moda, incómodo y absurdo. Y no sólo pretenden seguir viviendo de él, sino que sigamos comprándolo cuando todo lo que trae el hecho de hacerlo son desventajas, incomodidades y problemas. Por supuesto, esa persona que tanto y tan alto protesta llevará CDs bajo el brazo, y estará orgullosísimo de ello. Pero que no se sorprenda si los niños ven ese artefacto cubierto de plástico y con una carátula de colorines dentro, y lo miran como mirarían un cacharro expuesto en un museo, un objeto donde sus padres, cuando eran pequeños, les contaron que se llevaba la música, y que hoy en día simplemente languidece acumulando polvo en una estantería.

¿Quieres seguir vendiendo CDs? Eres muy libre de intentarlo, siempre que no invadas mi libertad, me insultes y te dediques a intentar cobrarme impuestos para sostener un modelo de negocio que caducó el siglo pasado. Si quieres vender CDs, como si quieres vender papiros. Simplemente, no esperes que los niños te los compren. Serán niños, pero no son tontos.