La vida es canija, que difícil es ser congruente con lo que se hace, dice y piensa.
Y además, no pasan muchos días sin que nuestro "esquema de valores" del momento se vea cuestionado.
Pues como se habrán dado cuenta cuando aplaudía a Oppenheimer, yo creo que en México perdemos mucho el tiempo en no dejar de mirar hacía atrás y aplaudir lo que por un lado despreciamos, pero ayer, mientras leía una frase en esa línea ensalzadora de nuestro pasado y la fijación con el mismo, también platique un ratito y fui testigo de las protestas que encabezan los investigadores del INAH en el museo de antropología e historia y por la cabeza me pasaron muchas cosas, una, de verdad es un tema que me es ajeno, tanto el estudio de la historia, como el uso social de los bienes arqueológicos y su explotación, así que por ello no opinaré sobre la protesta, sólo la difundiré y platicaré sobre la misma.
Estamos preocupados de que el gobierno federal, en colaboración con gobiernos estatales, municipales y autoridades del INAH, permita la destrucción y privatización de zonas arqueológicas
La gente que protesta invita a la gente a unirse a su reclamo, dice que la gota que derramo el vaso fue la construcción de un museo en/sobre una zona arqueólogica en Tzintzuntzan, Michoacan, de la que el INAH no da razones, pero que ha habido, y ya por largo tiempo, una política de abusos y sobre-explotación.
Al tomar las taquillas del museo NAcional de antropología e historia (MNA), invitan a más personas a disfrutar del mismo, y en esa invitación los conminan, sin condicionar, a participar o unirse, vaya, mucha diferencia entre estos modos y los de los auto-proclamados defensores de la patria. Como lo dije, me falta mucha información para poder decidir si unirme o no, pero me agradará investigar.
Aunque cierto es que ellos no están vedados de los otros modos
Convocamos a la Marcha mañana 6 de Agosto del Templo Mayor al monumento a la Corregidora 11:30 HRS. Entregaremos nuevo documento en la SEP.
— Investigadores INAH (@INAH_Academicos) August 6, 2012