Mauricio Cabrera | MEDIOTIEMPO
Estadio Azul. Sábado 15 de abril de 2006
- El "Gansito" entró a cambiar el juego
Las Águilas del América renacieron de las cenizas para revertir un marcador adverso y conseguir un meritorio triunfo de tres goles a uno ante la Máquina Celeste del Cruz Azul. La solución para los de Lapuente se llamó Aarón Padilla, quien con su ya característica efectividad apareció para marcar el par de anotaciones del cuadro de Coapa. El “Piojo” López sepultó las esperanzas locales.
PRIMER TIEMPO
La pelota se pintó de azul y amarillo. Mediante un esquema simple y que privilegió el tránsito ágil del balón, América tuvo mayor posesión del esférico durante los minutos iniciales e inquietó con algunos lanzamientos a profundidad, mismos que fueron constantemente interrumpidos por el silbatazo que dictaba una posición adelantada.
Las Águilas querían aletear desde que se escuchó el silbatazo de inicio. Aún no discurría el minuto de acción cuando un disparo lejano de Francisco Torres exigió al cancerbero cruzazulino, quien tuvo que emplearse a fondo para manotear la de gajos y evitar que su meta fuera vulnerada. En dicha jugada se apreció cual de los dos equipos tomaría la batuta de la confrontación. Fue un tiro como cualquiera, pero marcó una tendencia que se extendió buena parte de la primera mitad.
Cruz Azul parecía dormido, tardó en apretar el acelerador. Sin embargo, cuando lo hizo, produjo resultados preocupantes para la zaga azulcrema. Las manecillas del reloj rebasaban la media hora de tiempo corrido cuando el ferrocarril celeste amenazó con embestir a los atrevidos visitantes de Coapa. En primera instancia, el “Chelito” se apoderó de la punta izquierda del área americanista para adentrarse y sacar tremendo balazo que rechazó Navarrete; enseguida, en el rebote, Delgado recupera la redonda y manda diagonal retrasada para Pereyra, éste dispara creyendo que el gol está hecho, así parecía, mas una sensacional reacción del golero emplumado impidió lo aparentemente inevitable. De Ochoa ni quien se acordara, fenomenal el vigía de la puerta millonaria.
Pereyra se quedó picado, con una espinita clavada en el orgullo. Y no sólo quería marcar, además buscaba hacerlo en grande… Caminó con el esférico en la medialuna, quebró sin mayores dificultades a Duilio Davino y cuchareó el esférico para dejar impávido a Navarrete. Ya todos gritaban el gol, hasta los americanistas aplaudían en silencio, pero surgió un pequeño inconveniente: el travesaño exigió protagonismo y apareció como ayuda divina para mantener el cero en el marcador.
La Máquina ya no podía más, estaba dispuesta a pitar. América, entretanto, lucía mareado con tantos ataques sobre su puerta. Y llegó la hora, el momento de romper el hielo… César Delgado, una vez más, hizo lo que quiso en el carril izquierdo y mandó centro para Miguel Sabah; el delantero cruzazulino se tendió de espaldas a la puerta emplumada y remató con la testa para marcar un gol de antología, de esos que permanecen en la memoria, tanto del que lo hace como del que lo sufre.
El equipo de Manuel Lapuente buscó reaccionar. El tiempo no alcanzó. Los veintidós guerreros se fueron a los vestidores. Once con cara de satisfacción en el rostro; el resto, con una preocupación que llegaba hasta los huesos.
SEGUNDO TIEMPO
A Cruz Azul le hizo daño sentirse ganador. Fiel a su costumbre, el equipo cementero exageró en su afán de proteger la ventaja obtenida en el primer tiempo y permitió que el enemigo fuera arrinconándolo gradualmente. No era un dominio claro del visitante sobre el local; el partido parecía viajar en el sendero deseado por los de Mizrahi. Todo iba bien para los de casa.
Pero Lapuente y los suyos encontraron a su eterno talismán en el banquillo, le pidieron que ingresara y no marcó una, sino dos anotaciones que le dieron la vuelta a la tortilla El humilde “Gansito” estuvo ahí, a centímetros de la meta de Oscar Pérez para concretar el primer y segundo tantos. El gol de la vuelta a los cartones fue un auténtico insulto para el cuerpo técnico azul: sus zagueros se quedaron parados, como admirando el vuelo de un balón que llegó tierno y listo para ser devorado por el contundente remate de Padilla.
El duelo agonizó sin que Cruz Azul tuviera poder de reacción. El triunfo americanista ya se anticipaba; no obstante, Claudio López dejó las cosas en claro y definió con disparo cruzado para anotar el tres a uno definitivo. América voló sin grandes demostraciones, pero sí con un alto grado de contundencia sobre el arco enemigo.
GOLES
1-0 Centro de César Delgado desde la punta izquierda; Miguel Sabah se tiende de espaldas a la puerta americanista y remata con la testa para dejar sin oportunidades a Navarrete. (39´)
1-1 El “Chaco” se escapa por el carril derecho y mete centro caliente que remata a placer Aarón Padilla. (61´)
1-2 Tiro de esquina por la orilla izquierda. Cuauhtémoc Blanco ejecuta centro medido, la zaga cementera se duerme y Padilla llega para concluir sin mayor dificultad. (70´)
1-3 Giménez toca para Claudio López; el “Piojo” mata el esférico y saca disparo que acaba guardándose en el cajón celeste. (89´)
EL ARBITRAJE