¿Era la traducción de Alfred Birnbaum que lo hacía difícil? ¿era el hecho de que le ponía modos ,muy particulares de hablar al profesor que irremediablemente nos recordaban que lo que leíamos era una mera traducción y no el original?
Seguro es que no, por que cuando tomaba este libro las páginas volaban, una prosa fluida a pesar de los rebuscados términos que Birbaum usaba que de verdad me hacían querer correr a un diccionario, pero por alguna razón este libro y yo tuvimos una serie de encuentros y desencuentros, hace ya mucho tiempo que lo tengo, fue el primero de una tanda de Amazon, y de hecho este llego sólo porque este lo mandaron de las Europas, eso puede explicar la edición que es distinta a tantos otros, y de hecho como consecuencia de tanto ir y venir, de comenzar a leerlo una y otra vez, de llevarlo a la escuela, al trabajo y en el transporte público, este libro ya se ve gastado, usado, muy hojeado, pero como se los comenté hace no mucho, ahora me gusta también que mis libros tomen esa forma, no perdonaría que alguien maltratara un libro mío, pero como el villano he sido yo, hasta parece que lo he mejorado.
¿De qué va el libro?
Pues Murakami en su eterno amor por los modos occidentales nos arroja un par de historias que aparentemente no tienen ninguna conexión , en nuestro mundo de mediados de los 80, un calcutec (De la edad de Murakami cuando escribió este texto) que es una especie de agente que protege la información sólo desea retirarse para algún día en su tercera edad enseñarse a tocar el cello , como de novela negra, él es de hecho nuestro narrador, que nos relata sus encuentro con un científico loco (a él lo imagine como al doctor de MDK), su nieta que siempre viste de rosa y es muy capaz a pesar de su corta edad, una bibliotecaria con un vacío en le estomago y otros sujetos en Tokio, por debajo de Tokio y aún más abajo de Tokio, mientras que en otra historia, en un lugar de ubicación desconocido y atmósfera apacible (por el momento en que comencé a leerlo me imagine el pueblo como una de las aldeas de The Witcher) un hombre que no recuerda como haber llegado es forzado a separarse de su sombra, sin explicación y se le encarga un trabajo que sólo él puede realizar, en medio de gente que no pelea, porque no tiene mente y viven en paz, la relación entre estas dos historias inconexas nos es revelada a lo largo de varios capítulos que se alternan entre una y otra.
Este es un buen ejemplo de porque Murakami es el ave de las tempestades que divide a sus detractores y a sus fans más allá de la posibilidad de un punto medio.
A mi me ha encantado ys e que en algún momento lo leeré de nuevo
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